Los principales objetivos fueron los siguientes:
- Elaborar un plan de inversiones para las obras necesarias para acometer la ampliación del sistema de distribución de energía y reducción de pérdidas.
- Asegurar la demanda de energía según el crecimiento del mercado hasta 2030.
- Garantizar la seguridad y confiabilidad del sistema de energía.
- Asegurar un desarrollo eficiente del sistema eléctrico que cumpla con las normas de calidad fijadas por el organismo regulador.
- Proponer una metodología para determinar las pérdidas técnicas y no técnicas.
- Priorizar las inversiones propuestas para los proyectos de ampliación de la red.
- Revisar las metodologías aplicadas en los planes de reducción de pérdidas de energía para obtener resultados más sostenibles.
- Asegurar la sostenibilidad y el bajo impacto ambiental de las mejores opciones.